Ciudad Victoria, Tam.— En la política mexicana existen discursos que se pronuncian en los templos del poder y otros que se escriben en la piel de la gente. Lo que ocurre en Tamaulipas con los Censos Salud y Bienestar pertenece, sin duda, a lo segundo.
El delegado de los programas federales, Luis Lauro Reyes Rodríguez, no habla desde la comodidad de una tribuna ni desde un escritorio. Habla recorriendo calles polvosas, tocando puertas y mirando a los ojos a quienes, por décadas, se acostumbraron a que la política solo los mencionara en tiempos de campaña. Esa cercanía, más que un gesto, se ha vuelto método.
La instrucción viene de la Presidenta de México, Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, quien ha dejado claro que la transformación no es un concepto académico, sino una práctica diaria que debe sentirse en cada comunidad. No se trata únicamente de cifras o padrones, sino de una visión política que entiende que el bienestar se construye de abajo hacia arriba, empezando por escuchar y atender.
Cada visita, como bien repite Reyes Rodríguez, es una historia. Y cada historia, una oportunidad de recomponer el tejido social que tantas veces se quebró por el abandono. Lo simbólico importa: el funcionario que toca la puerta, el equipo que registra datos, la brigada que ofrece atención. Ese gesto, que podría parecer rutinario, es la confirmación de que el Estado está presente.
En tiempos donde la política suele perderse entre algoritmos y discursos técnicos, lo que se juega en Tamaulipas es distinto: la validación del humanismo como estrategia de gobierno. No es casual que en el discurso oficial se hable de amor a la gente. Puede sonar romántico, pero en un país donde las promesas incumplidas ya comienzan a ser sustituidas por hechos y acciones concretas, la cercanía se convierte en la legitimidad más poderosa.
Lo que hoy se vive en Tamaulipas con los Censos Salud y Bienestar es un mensaje inequívoco: el bienestar que se promete debe sentirse en cada hogar. Y en eso, Tamaulipas está siendo al mismo tiempo laboratorio y escaparate de una nueva forma de gobernar.
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