La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días atraviesa una de sus jornadas más sombrías. En menos de 24 horas, sus feligreses recibieron dos noticias que sacudieron a la comunidad global: un ataque armado en Michigan y el fallecimiento de su líder mundial, Russell M. Nelson, a los 100 años.
Horror en plena misa dominical
El domingo, la tranquilidad de un servicio religioso en Grand Blanc Township, Michigan, fue interrumpida de manera brutal. Thomas Jacob Sanford, de 40 años, estrelló su vehículo contra una capilla de la Iglesia y, armado con un fusil semiautomático, abrió fuego contra los asistentes.
Según reportes policiales, el agresor roció gasolina en el inmueble e inició un incendio que obligó a una evacuación caótica. El saldo: dos personas muertas, ocho heridas —una en estado crítico— y el atacante abatido tras enfrentarse con la policía.
“Era humo, gritos, disparos. Pensamos que no íbamos a salir”, relató una sobreviviente que escapó con sus hijos entre las llamas y la confusión.
Reacciones: del templo a la Casa Blanca
El atentado provocó un inmediato repudio social y político:
La gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, aseguró: “Mi corazón está roto por la comunidad de Grand Blanc. La violencia en lugares de culto es inaceptable”.
El presidente Donald Trump declaró en su red social X: “Otro ataque contra cristianos en Estados Unidos. Oremos por las víctimas. ¡Esta epidemia de violencia debe terminar ya!”.
El FBI y la ATF tomaron el caso como una investigación de prioridad nacional, calificando el hecho de “acto criminal y cobarde”.
La propia Iglesia expresó en un comunicado su dolor: “Nuestros corazones están rotos por la violencia en Michigan y por la partida de nuestro amado presidente Nelson”.
El otro luto: muere Russell M. Nelson
Mientras la comunidad trataba de procesar el tiroteo, desde Salt Lake City llegó otra noticia dolorosa: la muerte del presidente mundial de la Iglesia, Russell Marion Nelson, a los 100 años.
Reconocido cirujano cardiovascular y líder eclesiástico desde 2018, Nelson impulsó la expansión global de la fe mormona, reforzó la identidad institucional con el nombre completo de la Iglesia y realizó giras históricas en África y Asia. Bajo su liderazgo, la membresía mundial alcanzó los 17 millones.
La sucesión: Dallin H. Oaks asume la presidencia
De acuerdo con la tradición, la sucesión recae en el miembro con más antigüedad del Quórum de los Doce Apóstoles. En este caso, Dallin Harris Oaks, de 92 años, ex juez de la Corte Suprema de Utah y expresidente de la Universidad Brigham Young, se convierte en el nuevo presidente de la Iglesia.
Con décadas de experiencia y hasta ahora Primer Consejero de la Primera Presidencia, Oaks asume el liderazgo en un momento de dolor y transición.
Una comunidad entre el duelo y la esperanza
En pocas horas, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha sido golpeada por la violencia y la pérdida de su máximo líder. La comunidad mundial, que se extiende desde Utah hasta Latinoamérica y África, se enfrenta ahora al reto de sanar heridas, mantener la unidad y reafirmar su fe en tiempos de incertidumbre.
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